Contra Karl Doric l La osteopatía puede ayudar a las mujeres (Restaurante La Salsa - Palamós)

El titulo de la ponencia es sugerente, parece puesto adrede para un grupo como el nuestro formado por mujeres, será verdad?, puede ayudar-nos, la osteopatía? Supuestamente, las mujeres tenemos la misión de gestar, parir i criar a la humanidad desde que existe el género humano pero tan solo hace 100 años que una técnica terapéutica nos promete ayuda eficaz en esa tarea y alivio sintomático de los múltiples trastornos sufridos en la zona pélvica, enclave básico para esa labor entre tantas otras.

Karl Doric centra su charla en esta zona semiproscrita  de gimnasios y terapias varias, en la que solo la cirugía parecía tener algún remedio a grandes males. Nos cuenta que a diferencia de otras terapias, la osteopatía no trabaja únicamente los síntomas sino que busca la causa del mal. Considera el cuerpo una unidad y trabaja la movilidad de las diferentes estructuras anatómicas. Cuando se produce dolor, en alguna parte se ha interrumpido el flujo energético, es preciso localizar el “nudo” y reanudar la movilidad.

Para ello hace falta tener un gran conocimiento de la anatomía general pero también de la persona que sufre el mal porque cada ser es único e irrepetible, por lo tanto es preciso elaborar una buena anamnesis de la paciente antes de explorar el cuerpo.

 Sobre la zona pélvica descansan todos los órganos internos por lo que recibe una gran presión. Colon, matriz y vejiga están próximos y también tan cerca del nervio ciático que cualquier alteración de posición o volumen puede causar un trastorno.

Síntomas como dismenorreas (reglas dolorosas), disfunción del ciclo menstrual, incontinencia urinaria (24%, 50% en mujeres de más de 50 años), dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), infertilidad (10 a 15%), trastornos postoperatorios (episeptomía)... pueden ser aliviados y llegar a desaparecer sin química ni cirugía. Las herramientas del osteópata son su conocimiento y sus manos. En el caso de la zona pélvica el tacto puede ser, en algunos casos, interno aunque por regla general su usa la vía externa para localizar el núcleo oclusivo que puede ser desde una fibrosis, adherencias (de una antigua cicatriz, por ejemplo), congestión, posición anómala de los órganos (útero caído, por ejemplo), cadenas lesionadas, etc. y poder liberar el flujo y facilitar la movilidad.

En el caso de embarazo, el osteópata nunca moverá al bebé que esté presionando sobre los órganos maternos pero sí puede crear espacio para que él pueda girar libremente evitar la presión.

Karl Doric nos convence de la bondad de la osteopatía y nos advierte del peligro del peligro del intrusismo por falta de regularización en España. Existe un R.O.E. (Registro de Osteópatas Españoles) y confiamos que ésta, como otras terapias no invasoras y no agresivas, sean admitidas cada vez más como complementarias en los procesos curativos oficiales.    

          
Mariona Masferrer i Ordis