Contra encuentro networking TNG l Sa Garrofa (Begur) 16 de agosto 2018

La terra de Begur ens acull entre puigs i penya-segats que pengen sobre la mar, oferint-nos carreteres amb revolts, baixades i pendents. Unes i altres arribem per nord o sud, depèn, buscant el nostre punt de trobada: Sa Garrofa. Ens trobarem a l’aixopluc d’un porxo cobert amb buguenvíl.lies, enmig d’un bosc d’alzines i pins. Empresàries, fotògrafes, mestres, dissenyadores, llibreteres, directores comercials,  escriptores, esportistes d’elit, advocadesses, expertes en ciber-seguretat... Som la versió 2.0 de les dames indigetes, Senyores de les pedres i de l’aigua, i ens trobem en diferents etapes de la vida per relatar les nostres experiències. Segurament subscriuríem aquells versos de la poetessa Montserrat Abelló que diuen: “estimo tant la vida que la faig meva moltes vegades”.  La matriu que ens uneix s’ha gestat en la feminitat, en un territori fèrtil i obert al mar: L’Empordà. Algunes som empordaneses de soca-rel, d’altres, empordaneses adoptives, tant se val, formem part d’un espai que atreu talent i que desperta sensibilitats, potser per la seva lluminositat extraordinària que brilla “sota els cels rutllants de núvols que escombra la tramuntana”, com deia Josep Pla. És impossible resistir-se a la seducció d’aquest paisatge.

La contra
Activamos google maps para localizar  Sa Garrofa, cuyo nombre transmite la fuerza de un fruto tan nutritivo y de uso ancestral como el algarrobo. Por si acaso, llegué muy temprano; debió ser una especie de premonición que me avisaba sobre lo que iba a encargarme la primera mujer que me recibió a la puerta del restaurant,  Veronique Van Campen, con el glamour indeleble de ese tipo de “jefa” encantadora que domina idiomas y habla catalán con un poquito de acento holandés.  Acepté el reto que me proponía, que era escribir esta contra y ahí va (espero no haber olvidado nada importante, por lo que pido disculpas de antemano, si he cometido algún pequeño fallo). Poco después, llegaba la diseñadora Lisa Coca, puntualísima, con un foulard de lino de su colección, cumpliendo con un encargo. Veronique fue respondiendo mensajes, suprimiendo y añadiendo nombres a la lista, sentada en su mesa de cobrador de frac –así la definió más tarde Maribel Vela- y haciendo gala de una sonrisa amable bajo la sombra de las buganvilias.
   Marta Puig, propietaria de Sa Garrofa, me contó su proyecto: la creación de un restaurante -producto Km 0- que se autodefine como punto de encuentro para acercarse a la meditación y al cultivo de la conciencia y donde se organizan conciertos, talleres y cursos de danza y masajes con aceites esenciales.  Un lugar espléndido situado en el edificio restaurado de unas antiguas cavas (Caves Rostei), con espacios amplios, tumbonas para dejarse masajear (algunas las disfrutaron),  un jardín que se abre al bosque,  un patio acogedor con música meditativa en directo (ofrecida en ese momento por el grupo “Atma Sfere”) y un sinfín de detalles que no voy a contar porque me extendería demasiado.
   Ayer quedó claro que estamos en agosto, por lo que hay colas en las carreteras, y que la puntualidad mediterránea es más que relativa:  algunas TNG’S llegaron media hora tarde a la cita –o incluso más-, excepto el grupo de ladies holandesas, muy puntuales, que se mostraron comprensivas con el tarannà autóctono.  A pesar de ese inicio, el encuentro valió la pena o la alegría, porque la idea de contar nuestras propias experiencias en un tiempo récord –de dos a tres minutos- nos permitió conocernos mucho mejor.  Y coincidimos en que sería interesante repetir esta fórmula en próximos encuentros.

    Aunque echamos en falta a todas las que no pudisteis venir, entre las que se incluyen algunas compañeras del comité como Mercè Vilà-Clara, Elda Mata, Maria Amor Minguella o Yolanda Bustos, nos saludamos efusivamente mientras tomábamos una copa de vino tempranillo merlot. Más tarde, iniciamos nuestras exposiciones en una sala de meditación espléndida. Maribel Vela, con su estilo fresco y juvenil,  nos pidió que consultáramos el “Llibre blanc” del grupo y presentó el formato de la ponencia múltiple. Comentó que habían creado grupos con perfiles más o menos afines, para facilitar la fluidez de la charla colectiva y que cada una se expresara en la lengua que le resultase más cómoda.

  En todo momento, Muriel , con una profesionalidad ejemplar, estuvo pendiente de su cámara fotográfica, dispuesta a dejar constancia gráfica del encuentro.

   Iniciamos la charla con las mujeres del “sector empresa”. Imma Casacuberta, de gesto grácil, rompió el hielo y contó que actualmente asesora proyectos como consultora en estrategias de negocio y que le gusta viajar por el mundo. Susana Pascual resaltó con alegría que es madre de tres hijos y que dirige una empresa propia, “Fred comercial”; además, le encanta cocinar para los amigos.  Rosa Mª Izquierdo  comentó que tiene una hija de doce años y que trabaja en la Fundación March,  una entidad sin ánimo de lucro experta en medioambiente  que actualmente participa en un proyecto destinado a restaurar Radio Liberty para convertirlo en un “Centre biosfera”.  La siguiente ponente fue Maria Ireland, siempre tan energética –nervio y discurso rápido-, que narró cómo ha ido ocupando puestos directivos y de qué modo se ha convertido en formadora y asesora empresas. Dejó claro que el vintage está de moda y animó a todas las que ya tenemos una edad, recordándonos que “los veranos cuentan”. Continuó la charla Joana Didal quien, con pulcritud discursiva, explicó que en su tienda-taller “Didal” vende y confecciona tejidos naturales.  Seguimos con Marieke de Pooter, otra holandesa, que en este caso vive en Suiza y se desliza de vez en cuando hacia l’Empordà; Marieke trabaja para cosmèticos L’Oreal y es responsable del “supply chain” a perfumerías y farmacias de 30 países europeos, casi nada.  A continuación se presentó Victoria Botey,  abogado. Victoria, quien pasea a menudo entre bosques, hizo un cambio de vida drástico y, junto con su marido, han creado un proyecto en Les Gavarres, relacionado con la vegetación forestal, que incluye tejidos de brezo –bruc- y una empresa de limpieza de bosques (Magatzem de fusta Fitoforestal).

          El segundo bloque de mini ponencias se inició con Veronique Van Campen –firmeza y decisión, sin duda- que trabaja como export area manager de la empresa Casademont y que nos dio a conocer que tiene dos hijos adolescentes “estupendos” y combina la “vida de poble” con viajes por el mundo hasta mercados europeos y asiáticos.  Montse Frigola, veterinaria y experta en higiene y seguridad alimentaria, nos contó con esa serenidad envidiable que la acompaña siempre su dedicación a la consultoría en esa especialidad profesional, recordando que todavía tenemos mucho que mejorar.  Verónica Ballesteros, directora comercial de una empresa de alimentación, confesó que lleva –palabras textuales- “una vida paralela”, ya que coopera con una ONG que trabaja en Burkina Faso en el ámbito de la educación infantil y en el rol social de la mujer africana. Àngels Aviñó,  con voz distendida y a la vez rápida, nos habló de sus dos hijos y de qué modo su vocación hereditaria le ha llevado a elaborar -con productos de proximidad- pizzas artesanas “honestes i sense conservants” (en Dipaolo, La Bisbal d’Empordà).  A continuación Teresa Millàs, de Igualada, explicó que había trabajado en una editorial propia, pero que finalmente conoció a Georgina Regás y acabó elaborando e inventando confituras para el Museu de la confitura de Torrent , lo que nos parece fantástico.

               Abrimos un nuevo espacio con el grupo que Maribel Vela bautizó con ironía com el de las “Spice girls”. La primera que intervino fue Maria Teresa Calabús, empordanesa “de soca-rel” y de palabra ágil, que prescribe libros –todo un arte- en la Llibreria El Cucut de Torroella de Montgrí. Maria Teresa, que también es una dinamizadora cultural, insistió en la importancia de saber escoger el libro adecuado para cada lector. Proseguimos con Lisa Coca,  muy elegante. Ella nos relató cómo ejerció su profesión de  diseñadora gráfica durante 30 años “a l’ombra del marit”, hasta que decidió llevar a cabo su propio proyecto, partiendo de la idea de crear ropa de calidad que pueda comprarse como “souvenir” , lo que le ha llevado a tener obra propia en tiendas de edificios emblemáticos y museos importantes como el MNAC o La Pedrera. Después nos obsequió con unos cuantos modelos de lino descatalogados por un pequeño error de fabricación, que sorteó durante la cena. Montse Pastor, abogada y mujer de porte clásico, compartió con nosotras su cambio de estilo de vida : de estar encerrada en los despachos de una multinacional, ha pasado a trabajar en casa, aislada en las montañas de Les Gavarres. Es especialista en procedimiento tributario, trata con inspectores para ganar recursos y contenciosos –tema tremendo-, y ha montado un despacho en Girona, o sea que la tenemos cerca.  Selva Orejón, joven ponente en el anterior encuentro y experta en ciberseguridad, en lo que se refiere sobretodo a las víctimas de violencia en internet, nos comentó que es profesora de la escuela de policía, de la universidad y del Centre d’estudis jurídics.  A Selva le gustan las cosas complicadas y ayudar en los conflictos.  Proseguimos con Muriel de Jong, quien por un momento dejó su cámara fotográfica y expuso su experiencia en marqueting en una multinacional alemana durante veinte años y cómo vive actualmente ese mismo trabajo como free lance,  compaginándolo con su vocación de fotógrafa. Un buen tándem para Muriel.

          Las mujeres que formábamos parte del tercer grupo,  relacionado con la educación, salimos a la palestra. Suzanne Wilson, vestido blanco y piel morena de inglesa acostumbrada al sol mediterráneo, fue la primera en contarnos su experiencia como profesora de inglés en centros educativos y dando clases particulares, además de su implicación en un negocio familiar, el bar El Mercat, de Palamós.  Ana Vilallonga se definió con un “només sóc mestra”, casi nada. Las que la conocemos ya sabíamos que su vocación es la educación física de niñas y niños, que ejerce en l’escola Carrilet de Palafrugell. Eva Gloria Sánchez, una joven Murciana que ama L’Empordà y que es profesora de música y expresa muy bien su deseo de despertar la sensibilidad musical en los jóvenes, nos descubrió que  forma parte de un grupo musical e interpreta temas clásicos que habrían quedado en el olvido y que pertenecen a autoras de época. Yo aproveché mi turno para hablar de mi vocación de escritora y profesora y mi interés por la meditación.
           En el siguiente grupo (turisme, hostaleria) escuchamos a Maribel Vela, diligente y de expresión dulce a la vez, contando su experiencia actual como gerente del club náutico de Sant Feliu de GuíxolsMontserrat Subirós,  empordanesa con raíces genealógicas en Ordis, nos contó que trabaja como directora de calidad en una empresa familiar de la cual quiere desvincularse. Ella también ha tenido que reinventarse y se ha formado en dirección de obras y asesoramiento de empresas de integrismo.  Ampliando el grupo de holandesas, Jennifer Jenkins habló de sus estudios de hostalería en La Haya, de su hijo de 5 años y de cómo recibe a la gente que alquila casas en verano.  Le gustaría en un futuro próximo aprovechar mas su faceta de ser guía turística para dar a conocer mejor la diversidad de nuestra zona (totalmente de acuerdo). Marian Martin de Begur, otra autóctona del Emporda y responsable de Contabilidad a la empresa Trefinos. Marta Puig, nuestra cicerone, con experiencia en el campo del periodismo, la empresa y la moda, nos contó que celebra una nueva etapa en Sa Garrofa y quiere compartir la experiencia de desarrollar la consciencia con meditación, terapias y prácticas chamanas. Gloria Tamayo confesó que vino a l’Empordà por amor y tiene 5 hijos. Trabajó 16 años en la empresa de su ex marido, se ha formado en marketing en un postgrado online,  ha llevado la gestión de diferentes empresas de Chipre y Dubai y actualmente quiere volver a Barcelona porque tiene vena cosmopolita. Conxita Minguella estudió empresariales y fue deportista de élite, disfruta compitiendo y se ha dedicado al sector náutico durante años,  dice ser feliz ahora organizando eventos y congresos que le permiten inventar cada día, cosa que le encanta.  Pepa Bandera, buena conocedora de la navegación en velero, explicó que desde hace 10 años comparte la gestión de un barco que ofrece salidas turísticas desde el puerto de Palamós. Nienke Abma también aterrizó desde Holanda hace tiempo. Contó su experiencia en bancos de inversión y en organización de congresos y seminarios y cómo está creando una empresa propia para organizar actividades empresariales que estimulen el team work de sus trabajadores, con el objetivo de que los equipos funcionen mejor (salidas en bici, barco, kayak, senderismo...). Lourdes Alepuznos descubrió que el motivo de su llegada, ya un poco lejana, a estos lares, fue enamorarse “d’un personatge de l’Empordà” (otra más en la lista...). Relató su experiencia profesional en distintos ámbitos: empresa de alquiler de barcos,  socia de un bar restaurant, guía turística, etc.  Le gusta comunicarse y ahora está viviendo un momento sabático.  Una buena opción.

        La ponencia múltiple duró bastante, aunque respetamos más o menos el tiempo previsto para cada una. Después nos fuimos a cenar y a practicar networking.  Disfrutamos del “summer” menú previsto y de la conversación pausada, más productiva, interesante e íntima. A medida que la noche iba cayendo sobre la terraza de Sa Garrofa y nuestra charla se derretía, nos fuimos despidiendo con la sensación de conocernos mucho mejor y con el deseo de repetir un encuentro parecido donde podamos escuchar también a las que no estabais presentes. Creo que todas agradecemos al comite su esfuerzo constante y su capacidad de renovarse con nuevas ideas sobre el formato de estos encuentros.

Un abrazo a todas y mucha energía para afrontar la nueva temporada,

Núria Esponellà